sábado, 13 de junio de 2009

Tango, frío, teatro y memoria en Buenos Aires


BUENOS AIRES. "Esa mujer se parecía a la palabra nunca", dijo Juan Gelman. Y siguió: "desde la nuca le subía un encanto particular,/ una especie de olvido donde guardar los ojos,/ esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo". Ese sentimiento es tango, tango hecho poesía, por eso lo llamó Gotan, un poema imprescindible en el paisaje lírico latinoamericano.

El tango posiblemente sea declarado este mismo año Patrimonio de la Humanidad. El Comité de Expertos de la Unesco avaló ayer que la propuesta presentada a dos manos por Argentina y Uruguay, satisface los criterios para que sea incluida, en la reunión de septiembre que se celebrará en Emiratos Arabes, en la Lista de Patrimonio Intangible de la Humanidad. "Atención, atención, yo gritaba atención/ pero ella invadía como el amor, como la noche/ las últimas señales que hice para el otoño/ se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos", continúa Gelman con su tango.

El tango es más que un ritmo y un baile bien definidos, un estado de ánimo, la poesía de los pasillos más apasionados que se han dado sobre piso alguno. Técnicamente dicen los musicólogos (lo sostuvo en su Historia de la música cubana, alguien como Alejo Carpentier), que el tango es hijo de la habanera.

Hernán Lombardi, ministro de Cultura de Argentina, declaró ayer su entusiasmo porque el comité de expertos haya reconocido la propuesta, por lo que de seguro ya no será rechazada, a pesar de que compite con otras propuestas tan fuertes como la cocina mediterránea, un concepto que presentaron junto a España, Grecia, Italia y Marruecos.

"Dentro de mií estallaron ruidos secos/ caían a pedazos la furia, la tristeza,/ la señora llovía dulcemente/sobre mis huesos parados en la soledad", así define la tristeza, que es un poco el tango, Juanito Gelman, el Premio Cervantes 2007. "Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,/ con un cuchillo brusco me maté/ voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,/ él moverá mi boca por última vez", concluye.

Frío y fulgor de Buenos Aires

El verdadero ambiente cultural de Buenos Aires, el que le otorga una pátina inexpugnable de sacramento cultural, se puede respirar cuando uno enfila por Corrientes desde la mismísima avenida inmensa del 9 de Julio.

En Corrientes lo primero que te topas es con el musical "Caravan, the musical jazz" en el Teatro El Nacional, que anuncia, además, El fantasma de la ópera. Enfrente, a unos diez metros, el teatro Gran Rex anuncia que el día 15 de junio estrena la obra "Casi ángeles", mientras se sigue manteniendo en escena "Lutherapia", el espectáculo que desde hace dos años presentan los mejores artesanos del humor latinoamericano, el mítico Les Luthier, que lamentablemente, nunca se han presentado en la República Dominicana, y que desde hace casi cuatro décadas han aportado una nueva manera de hacer humor con inteligencia y creatividad a borbotones.

El edificio del lado lo ocupa el teatro Tabaris, donde el conocido Gerardo Sofovich dirige "La fiesta está en el Tabaris", un show estilo music hall. Por su parte, Chico Novarro y Valeria Lynch protagonizan en el teatro Broadway "Arráncame la risa", a la vez que anuncian "Doña Flor y sus dos maridos" en una puesta local. A pocos metros al lado, el rostro grande de Antonio Gasalla, quien hiciera el memorable papel de Mama Cora en la película "Esperando la carroza", vuelve con un papel trasvestido en la comedia unipersonal "Más respeto que soy tu madre".

En la otra cuadra, el teatro Lola Membrives presenta Agosto, de Tracy Letts, bajo la dirección de Claudio Tolcachir, frente a esta propuesta Multiteatro tiene sólo hasta el 21 de junio Taxi 2da parte. Otros cines, teatros, restaurantes como el casi centenario Pippo, discotecas y librerías permanecen abiertas hasta altas horas de la noche, mientras la intelectualidad se da cita en la confitería La Paz, donde hace más de una década este redactor entrevistó al gran poeta paraguayo Elvio Romero, autor de "Esta guitarra dura", un poemario intenso y olvidado de musicalidades esenciales.

Así es Buenos Aires, con tres grados bajo cero en el día más frío del año, en este lado del mundo donde los políticos se disputan los puestos, un cura es condenado a 15 años por pedofilia, y llega a la memoria la sonrisa principal del amigo Guillermo Camejo, que apareciera muerto, hace una década, sobre una lancha en una islita de la noche de Río La Plata.

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